miércoles, 30 de abril de 2008

De cómo el Ayuntamiento de Valencia induce a la ilegalidad

En Valencia, si pides un licencia de obras menores, el procedimiento puede ser como sigue:
solicitas el permiso, y tienes que pagar para que se tramite. En teoría no puedes empezar la obra hasta que te lo hayan concedido, y suele tardar, dicen, unos dos meses en llegar. Para que te den el permiso has de adjuntar una copia del presupuesto, lo que implica que has de haberte más o menos decantado por una empresa u obrero que te vaya a hacer la faena. Ahora bien, se supone que has de esperar esos aproximadamente dos meses a que el ayuntamiento de diga que sí, que puedes empezar ya. Veta ahora y dile a tu obrero o empresa que ya pueden empezar. Lo normal es que te digan algo como 'pues ahora nos viene mal, porque tenemos mucho trabajo, pero para dentro de dos meses seguramente podremos empezar'; todo ésto si es que no te dicen directamente que ahora ya no pueden o que el presupuesto ha subido, porque después de tanto tiempo.... Sabedores de ésto, el Ayunamiento en una especie de colequeo bajo manga te dice cuando te quejas que bueno, que en teoría no se puede empezar hasta que te den la licencia, pero que no pasa nada si empiezas las obras antes. Parece ser que es lo que hace todo el mundo. Vamos, ¡está claro que eso es justamente lo que hace todo el mundo!
La cuestión es que, en mi caso la licencia vino cuatro meses después de solicitarla, y obviamente había empezado las obras antes. Menos mal, porque supongo que la empresa que me hizo las obras me hubiera mandado a la mierda si les vengo 4 meses más tarde. La obra duró unos dos meses. Pero cuando me remitieron desde el Ayuntamiento la licencia, me entero que tengo un mes de plazo para pagar un 4% del importe real y efectivo del coste final de las obras, para lo cual he de adjuntar una copia de la factura, lógicamente. Y, ¿cómo se imaginan los del Ayuntamiento que en un mes van a ser capaces los obreros de empezar y terminar las obras? Ésto, claro está, si nos hubiéramos ceñido a la legalidad, que menos mal que hemos hecho las cosas mal. Pero claro, la fecha de la factura es anterior a la fecha de concesión de la obra, que si se pusieran tontos me podrían buscar ciertas cosquillas. Menos mal que todo se hace mal y que de lo único que va todo ésto de que pagues el impuesto revolucionario y ya está, que el Ayuntamiento ni vendrá a tu casa a ver qué narices estás haciendo y si estás cumpliendo con lo solicitado.
Conclusión: si haces las cosas de manera legal no vas a poder hacerlas, porque el plazo ese de un mes te verás obligado a incumplirlo, y si haces las cosas mal entonces sí que las podrás hacer bien. ¡Mooola!